Según se indica, la miopía afecta aproximadamente al 25% de la población de Estados Unidos ó Canadá, desarrollándose entre los 8 y los 16 años. Algunos estudios anteriores habían mostrado que las lentes de contacto rígidas ralentizaban la progresión de la miopía, mientras que otros estudios concluían sin embargo que éstas no influían en su progresión en los niños.
El equipo dirigido por J. J. Walline, del Ohio State University College of Optometry, Columbus, pidieron a 116 niños de edades entre 8 y 11 años que portasen lentes de contacto rígidas gas-permeables a unos y blandas a otros. Se realizaron pruebas de visión al comienzo del estudio y se repitieron al cabo de 3 años. Todos los niños presentaban una visión 20/20 con corrección al comienzo del estudio.
Los autores afirman que aunque los resultados del estudio indican que las lentes de contacto rígidas gas permeables ralentizan significativamente la progresión de la miopía en los niños, el cambio en el error refractivo puede no considerarse determinante desde un punto de vista clínico.
El estudio concluye que si bien los resultados proporcionan información que los profesionales de la visión pueden dar a conocer a sus pacientes, no se puede afirmar que las lentes de contacto rígidas gas-permeables deban ser prescritas preferentemente para controlar la miopía.
El resultado puede guardar relación con la novedosa técnica de ORTOQUERATOLOGÍA, que consiste en el uso de lentes rígidas durante el sueño, deformando la córnea de tal modo que durante el día es posible ver normalmente sin necesidad de corrección óptica.