Con este triunfo, Nadal consigue su undécima victoria en un Grand Slam, ya que a los triunfos en Roland Garros suma dos más en Wimbledon, uno enel Abierto de Estados Unidos y otro en el de Australia.
El mallorquín, como viene siendo habitual en sus sucesivos triunfos en París, saltó a la grada para saludar a sus familiares y amigos en la grada, incluido el jugador de baloncesto Pau Gasol que, como el año pasado, acudió a animarle.
Nadal preserva, además, su puesto de número dos del mundo, que hubiera cedido en caso de derrota en la final contra Djokovic. El número uno mantiene su puesto, pero se ve privado de sumar su cuarto título grande consecutivo, algo que hubiera logrado en caso de vencer en su primera final en París.