Aún podemos encontrar empleados que dicen con orgullo la cantidad de años que llevan trabajando en determinada empresa, y definen su trabajo como permanente, pero la tendencia laboral está cambiando. Los trabajos permanentes deben ser calificados como indefinidos y muchos de ellos ya son temporales.
Las empresas, en su afán de disminuir los costos de la mano de obra y beneficios, están ajustando sus pagos de nómina a costos directos y no fijos como el pasado. Esto significa que se contrata personal sólo cuando hay órdenes de producción o según la temporada. Esta estrategia financiera es válida, pero hay que tener un análisis cuidadoso en su aplicación. No todos los cargos se pueden convertir a temporales porque la empresa puede poner en riesgo, la seguridad, la calidad y los índices de eficiencia laboral, como también se pueden aumentar los costos por el continuo entrenamiento de nuevos empleados.
Otros sectores empresariales con más presupuesto para inversiones están adquiriendo tecnología para disminuir el número de personas en los procesos productivos y de servicios, como también se hacen detallados análisis de los procedimientos laborales para disminuir el tiempo muerto y fusionar tareas.
La subcontratación de servicios surge como otra alternativa para la reducción de costos laborales, ciertas tareas se contratan con terceros o empresas especializadas en esta labor. Por ejemplo, el aseo de industrias y oficinas, la selección y contratación de personal, la administración de la nómina y la seguridad de edificios entre muchas opciones. Esta estrategia es la más común, pero demanda de una supervisión permanente del desempeño y cumplimiento de la empresa contratada; de lo contrario, el ahorro puede convertirse en un sobrecosto.
Existe una amplia gama de estrategias posibles para este fin, pero todas están sujetas al tipo de empresa y mercado en que operan.