Sus 10 mejores playas
Fernando de Noronha
Si Brasil es el imperio de las playas, Fernando de Noronha es la reina indiscutible. Los tres primeros puestos de los más reconocidos rankings de playas son ocupados por arenas de esta isla bien preservada que emerge a 360 kilómetros del estado de Pernambuco.Bahia do Sancho es la playa número uno, se llega bajando por unas escaleras verticales enclavadas en la roca. No hay kioscos ni restaurantes y los visitantes son escasos, lo que la torna aun más linda. Vale la pena caminar hasta el extremo izquierdo y llegar hasta la base del morro, donde hay una cascada de agua dulce y tibia.
Jericoacoara
Jeri, como la suelen llamar, está entre las diez playas más lindas del planeta, queda
en el nordeste, en el Estado de Ceará y por sus vientos es ideal para practicar windsurf y kitesurf.
A pesar de su fama, la antigua villa de pescadores mantiene su ritmo tranquilo y sus calles de arena sin iluminación pública. La salvan su acceso precario –se llega sólo en vehículos 4x4, a través de dunas- y el hecho de ser Parque Nacional desde 2002.
La playas más lindas son las de agua dulce. Las Lagunas Azul y Paraíso tienen el color y la temperatura del caribe y se las puede disfrutar tendido en una hamaca o incluso almorzando dentro del agua. Conviene ir después de la época de lluvias, que va de febrero a mayo, para verla en todo su esplendor.
Pipa
A 85 km de Natal, esta playa respaldada por enormes acantilados de arenisca roja y agua turquesa se hizo famosa por su buen astral y es la preferida por viajeros del mundo entero. Al igual que Jeri, Pipa es -casi- como fue siempre y tiene una fuerte postura ecológica. De día es tranquila y serena, y por las noches romántica y divertida, con varias opciones de bares y restaurantes decorados con estilo y creatividad.
Su temperatura ronda los 27 grados el año entero y los vientos alisios que refrescan la zona son excelentes para los deportes de agua. Las posadas son una más linda que la otra, desde la pionera Toca da Coruja, integrante del Roteiro de Charme desde 1991, al lujoso Kilombo Villas & Spa, en la playa de Sibaúma.
Ilha Grande
Ubicada al sur del estado de Rio de Janeiro, Ilha Grande es para los que buscan más naturaleza y menos lujo.
Hay dos formas de llegar desde Río, la más económica es tomar un ómnibus hasta Angra dos Reis y de allí la barca convencional. Y la más directa es elegir un transfer privado que pasa a buscarte por el hotel o el aeropuerto, e incluye un bote hasta la isla.
No hay autos en Ilha Grande y la mayoría de las posadas están en la Vila de Abraão. De allí salen barcos a las playas más lindas como Lopes Mendes -se llega en barco y después, 20 minutos de caminata- y la solitaria playa Santo Antonio, donde se accede con un buen trekking. Otros paseos clásicos en barco –sin caminata- son a Lagoa Azul, Lagoa Verde, Japariz y Aventureiros. En todas se practica snorkel.
Trancoso
A 40 km de Porto Seguro y 35 de Arraial d’Ajuda, en Bahia, es una de las playas más bellas de Brasil. El antiguo pueblo de origen jesuita que se formó alrededor de una iglesia, una plaza y una cancha de fútbol -el Quadrado como le dicen- mantiene la mezcla justa de casas simples, tiendas de diseño, posadas y restaurantes llenos de charme. La posada y restaurante El Gordo es de las más lindas.
Un poco más al sur está la paradisíaca playa de Espelho, que se hizo conocida cuando abrieron el condominio Outeiro das Brisas. No hay servicios en la zona, sólo posadas románticas y sofosticadas a orillas del mar, a precios bastante elevados.
Búzios
En la Região dos Lagos -Rio de Janeiro-, la playa de pescadores que se hizo famosa por la visita de Brigitte Bardot ya no es la misma. Búzios creció tal vez en demasía, aunque su encanto continúa intacto.
Lo mejor de Búzios es la variedad, cantidad y cercanía de sus playas. Azeda, Azedinha, João Fernandes, Ferradura, Geribá, Brava. Las hay con olas, calmas, con forma de ensenada, anchas, alargadas. Alquilar un auto o buggy es imprescindible para recorrerlas. La clave es ir fuera de temporada para evitar la multitud y el tránsito. Por las noches, la Rua das Pedras, repleta de tiendas, bares, restaurantes y discotecas es el punto de encuentro. Mujeres, abstenerse de llevar taco alto.
Rio de Janeiro
Además de ser una ciudad repleta de propuestas culturales, deportivas y turísticas, Rio tiene playas envidiables, comenzando por las más céntricas: Leme, Copacabana, Arpoador (desde donde se ven los mejores atardeceres) e Ipanema. Praia Vermelha, a los pies del Morro da Urca es una perlita para visitar de mañana, igual que Joatinga, pasando el barrio de São Conrado, donde sólo se accede en auto. Después de las 3 de la tarde no hay más sol.
Las extensas playas de Barra da Tijuca son más vacías y las reservas Prainha y Grumarí, panacea de los surfers, rodeadas de morros y verde, son ideales para huir de la urbanización. Para ir, lo mejor es tomar el Surf Bus, el trayecto demora una hora y media y sale todos los días a las 7 y 10 de la mañana.
Florianópolis
Floripa es un mosaico de playas y es la capital del estado brasileño de Santa Catarina, nombrada así en homenaje al expresidente Floriano Peixoto, en reemplazo de su anterior denominación «Nossa Senhora do Desterro» (Nuestra Señora del Destierro).
La ciudad de Florianópolis se encuentra al este del estado de Santa Catarina y es bañada por el Océano Atlántico. Gran parte de Florianópolis (97,23%) está situada en la isla de Santa Catarina, donde se encuentran 42 playas, muchas en estado virgen y poco conocidas por los turistas. Existen además dos grandes lagunas: Lagoa da Conceição (Laguna de agua salada) y Lagoa do Peri (Laguna de agua dulce).
Sergipe
El tamaño diminuto del estado de Sergipe, al norte de Bahia, es inversamente proporcional a la hospitalidad de su gente y la belleza de sus paisajes. Su infraestructura no es nada del otro mundo, pero la comida es simplemente deliciosa, sobre todo los pescados y mariscos.
Sergipe es Brasil en estado puro y sus playas son extensas y blancas. La clave es parar en su capital, Aracajú, y recorrerlas desde allí. Hay un paseo en barco imperdible a la Ilha da Sogra –que desaparece con la marea alta- y otro a Mangue Seco, paraje que se hizo famoso por la novela Tieta de Agreste, de Jorge Amado. Este último está en Bahia, pero los paseos y traslados se hacen desde Sergipe.
Maceió
El estado de Alagoas tiene una costa soñada y desde hace años es uno de los destinos mas visitados de Brasil. Maceió es su capital y entre las playas más céntricas se destacan Jatiúca, Ponta Verde y Pajuçara.
Otro punto fuerte de la economía de la ciudad es el turismo, ya que posee un fuerte potencial para atraer turistas, principalmente por las bellezas naturales de sus playas, como Jatiúca, Gunga y Pajuçara. Posee también gran diversidad cultural y ofrece varias opciones de recreamiento y espacios modernos para negocios, tales como el nuevo Centro Cultural y de Exposiciones de Maceió en el barrio de Jaraguá, y además cuenta con modernos hoteles.