Históricamente este día se conmemora la llegada de los peregrinos a estas tierras alrededor de los años 1600. Donde por el duro invierno fue un arribo muy difícil; sin el apropiado vestuario, escasez de comida y poca población establecida. Para el siguiente año recibieron un Otoño diferente, alrededor de una abundante cosecha, pues ya habían trabajado las tierras, por lo que se reunieron a festejar y agradecer la abundante cosecha recibida. Esto muy resumido es el origen de la tradición de” Acción de Gracias -Thanksgiving” en Canadá.
Pero tomando esta celebración como ejemplo quisiera invitarles a convertir esta tradición de agradecimiento en un habito diario y no en una cena de gratitud anual.
Cada día tenemos la oportunidad de vivirlo como único, dando, recibiendo, compartiendo pero son pocos los momentos que nos detenemos a pensar sobre el día que hemos tenido y a agradecer por él.
Pero si hemos tenido un “mal día” ahí si que reflexionamos de lo injusto que fue esto o aquello, o de la mala suerte que tuvimos y hasta escuchamos comentarios como “me levante con el pie izquierdo”. Cuando en realidad lo que realmente hacemos es seleccionar las experiencias negativas omitiendo las positivas que también fueron vividas, pero que las pasamos a la normalidad, es decir hacen parte del diario buen día, luego no las contamos....
Nos hemos acostumbrado a quejarnos de lo malo pero no a apreciar lo bueno. Y es importante y necesario recordarnos a diario de las grandes cosas que nos rodean, es momento de dejar de pensar y actuar selectivamente hacia lo negativo. Esto ocasiona un automático bajón de ánimo, que afecta nuestro autoestima y nuestra realidad del momento y del día siguiente.
Tener salud, contar con personas a tu alrededor, estar trabajando, estudiando, en casa con los chicos, por tus hijos, tus padres, en fin toda actividad y relación es dinámica si la queremos ver así; nuestra vida se torna monótona en la medida en que nos limitamos a experimentar nuevas experiencias o limitamos nuestra existencia a depender de una sola actividad o persona (s) y no más. Entre en más actividades nos involucremos, más gente conozcamos y mas retos asumamos mas efectividad encontraremos en el sentido de nuestra existencia y por ende en nuestra felicidad.
Ser agradecido no es una utopía tenemos el derecho de agradecernos a nosotros mismos por habernos ofrecido buenas experiencias durante el día. Debemos agradecer por estar en un país que nos ha brindado su hospitalidad , agradecer por tener un techo, por tener a quien querer, a quien llamar, que comer, seguridad, tranquilidad en fin son tantos los detalles que podemos enumerar que harán de nuestro termino del día una noche más placida y sobre todo un productivo despertar.
Gracias por tomarte el tiempo de leerme… hasta la próxima.
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