Muchos melómanos se la pasan buscando, compartiendo y descargando música. Llenas discos duros completos de todas las canciones que pueden. Miles y miles de horas de discografías de todos los tiempo hasta que en un momento está todo a punto de colapsar, pues son tantos los archivos repetidos que los gigas de espacio que utilizan en este espacio inútil termina siendo significativo.